miércoles, 11 de diciembre de 2013

A menudo los hijos....


Decía Serrat que a menudo los hijos se nos parecen y así nos dan la primera satisfacción. Hoy una amiga me decía esto de mi hijo Yago, caí entonces en la cuenta que me estaba dando esa satisfacción a cada minuto, a cada segundo que lo miro.

No porque el quisiera, de eso estoy seguro, tardo en darme esa primera satisfacción. Parece que el tiempo se empeño en tardar en dejarme tocarlo, abrazarlo y darle un beso, pero no importaba, a mi me bastaba con mirarlo a poquitos. Parecía al principio que su motorcito estaba mal carburado, pero seguía bombeando su sangre y nuestras ilusiones, nuestras lágrimas no eran mas que su combustible, el imagino que no se daba cuenta,no lo se y confieso mi ignorancia, termino resultando ser solo un desajuste pequeño, 1-0 para Yago. Se que no recordará sus primeras noches de soledad, nunca estubo solo, de eso estoy seguro. Perezoso hasta en el respirar, segun galenos preocupados. Su segundo asalto también cayó de su parte y seguía peleando. Finalmente lloramos de contento, pero sentí mas tu pena que mi alegría hasta que te tuve en mis brazos y se me olvidaron las primeras.
Por ti rezaron muchos, me consta, no te haré yo cargar con esos dioses ni los que rezaron tampoco lo harán, tranquilo hijo, pero agradecelos siempre porque fueron actos y letrillas desde sus corazones.
Empezabas a vivir y decían que morías de punta a punta. Los pensamientos positivos están creados para prevalecer sobre los negativos, eso dicen, pero los negros pensamientos pesan mas que las claras ideas, es así. Tu hermana mantiene que a las buenas personas la vidas les trata bien, querría mantener la inocencia de ella y que fuese realmente así, pero de todos modos me enseñaron,como te enseñare a ti que es mas fácil ser buena persona y si lo consigo sera lo que te deje de por vida, Bienvenido Hijo.